"Déjame estar triste de ahora en adelante, aunque me intuyas alegre en mis palabras. Ya nada será lo mismo.
No puedo, por más que quiera, volver a lo de antes; ya no puedo cerrar los ojos y dejarme llevar por tus encantos.
Déjame estar triste porque estando así soy más yo y me siento más cerca de mi libertad; triste puedo pensar y diferenciar entre lo bueno y tú, que has abierto tantas grietas en mi alma.
Si no es posible rescatar lo que perdimos porque ni tú ni yo somos capaces de admitirlo, entonces déjame estar triste por ello y que la tristeza me abrace ya que tú no piensas hacerlo.
Porque yo siempre he querido decirte tantas cosas y nunca lo he hecho. Ojalá hubiera podido detener el tiempo en algunos momentos frente a tí, con tu mirada de fondo, sin importarme absolutamente nada de la vida que nos rodeaba. Puedes creerme o no, pero duele tanto saber que ya nada nos unirá, que nuestro vínculo se ha roto.
Volver a esto ha sido peor que no hacerlo porque yo ya no puedo verte igual que antes. Poco a poco te has ido convirtiendo en ese ídolo inalcanzable y erróneo que ahora me provoca esta desazón.
Ahora me das tus migajas seguro de que las aceptaré como siempre, convencido de que para mí son manjares de abundancia, pero nunca algo tan mísero pudo herirme tanto, así que déjame estar triste para poder seguir."
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