Último golpe certero, después de morder el polvo tendré que levantar el vuelo.
Hondura en vena, vacío en espiral, ahogo persistente, no durará.
Mañana ya no será más hoy.
Júrame una mentira más y no podré volver a mirarte a los ojos nunca más.
Odiarte no es el remedio, olvidarte es la cura.
Olvídame tú también.
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