De nada sirve que me engañe a mí misma. A veces me cuestiono si en realidad merezco el daño que se me infringe, si es necesario que éste sea tan frecuente y de parte de quienes menos cabía esperar, pero creo que, finalmente, no puedo luchar contra ello, así que mejor asimilar el daño como pueda, y que el tiempo vaya sanando las heridas y que nunca se reabran.
Ahora entiendo cosas que antes no era capaz; como cuando una amiga, una de las pocas que tengo, me decía que no soportaba que otra amiga se metiera en sus relaciones porque eso le provocaba cuando menos celos o inestabilidad... a mí me provoca rabia, infinita rabia y puedo asegurar que hasta asco.
Y me encuentro en un "vacío" extraño, rodeada de silencios, de angustia, de desesperación...
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