Mientras estaba tumbada boca abajo con la espalda cubierta de esparadrapos, recibiendo corrientes para el dolor me he quedado medio dormida, pero no del todo... es imposible hacerlo en un lugar así, tan frío... pero mi leve sueño me ha revelado que nada ha cambiado durante mi ausencia estos meses, al menos respecto a él.
Antes de la sesión hemos estado juntos unos minutos; yo he hablado sin parar de temas banales mientras él rehuía mis miradas escondiendo la suya, así que nada, o casi nada, cambió... de sus supuestos arrebatos de añoranza en los últimos meses no sé ya qué creer, no quiero llegar a pensar que hayan podido ser producto de mi imaginación, porque no lo han sido.
Después de tantas palabras, de sus sentimientos encontrados, de mis dudas y mis fallidas esperanzas vuelvo a perder, otra vez, sin entender aún el por qué.
...si se pudiera borrar todo de golpe, con un simple chasquido de dedos, ojalá...
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