¡Qué me gusta el melodrama, dices! Si, según tú, eso es ser melodramática... definitivamente voy a optar por ignorarte el resto de mi vida, ya que eres desmedidamente imbécil y me provocas náuseas... y es que soy tan melodramática...
Comparas mi dolor físico con tu dolor corpóreo, exageras mi condición llenando de acidez tus palabras, y no tienes derecho, nunca más volveré a confiar en tí, no lo mereces.
Pensar que para mí llegaste a ser tan importante y coherente, que esperé a que el tiempo pasara por si tú también lo notabas... y resulta que tu única conclusión es que yo soy muy melodramática...
"Si no quieres escuchar, camínate, si no me quieres mirar..."
No imaginé que terminaríamos así, o no quise admitir que así sería, e incluso me cuesta asumir que ya no habrá más... porque pensé que eras diferente, pero ya veo que me equivoqué.
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