
¡Se agota! Poque todo carácter fuerte sufre alguna vez a lo largo de su complicada existencia un revés emocional y se agota; como puede sucederle al aire que queremos respirar en un espacio reducido.
Mi aire tampoco abunda, mi aire se contamina con idas y venidas cada vez más frecuentes al infinito; y mi alma vuelve a virar, me observa y murmura para sí lo que piensa de mí; yo no me atrevo a contrariarla porque considero que ya es un privilegio porder tenerla y, además, verla.
Los días y las noches se agotaron también, desbordados por su hastiosa rutina horaria, y decidieron no volver nunca más... sólo me dejan su "morning mood" a modo de recuerdo imborrable.
La vida pasa, casi imperceptible, por sí misma, y está en el aire, a veces escaso, que insufla almas veneradas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario